ORACIÓN DEL VENDEDOR
ORACIÓN DEL VENDEDOR
Oh creador de todas las cosas, ayúdame. Porque hoy me interno desnudo y solo en el mundo, y sin tu mano que me guíe me extraviaré del camino que conduce al éxito y a la felicidad.
No pido oro ni ropas ni aun las oportunidades en consonancia con mi habilidad; en cambio guíame a fin de que adquiera habilidad para aprovechar mis oportunidades. Tú le has enseñado al león y al águila cómo cazar y prosperar con sus colmillos y garras.
Enséñame a cazar con palabras y a prosperar con amor para que sea león entre los hombres y águila en el mercado. Ayúdame a permanecer humilde en los obstáculos y fracasos; pero no ocultes de mi vista el premio que acompañará a la victoria.
Asigna me tareas en cuyo desempeño otros hayan fracasado; pero guíame a fin de que pueda arrancar de entre sus fracasos las semillas del éxito. Confróntame con temores que templen mi espíritu; pero concédeme el valor de reírme de mis dudas.
Dame los días suficientes para alcanzar mis metas; pero ayúdame a vivir hoy como si fuera mi último día. Guíame en mis palabras a fin de que produzcan frutos; pero sella mis labios a la murmuración y que nadie sea calumniado.
Disciplina me a fin de que adquiera el hábito de no cejar nunca; pero Muéstrame cómo usar la ley de los promedios. Pon me alerta a fin de reconocer la oportunidad; pero otórgame la paciencia que concentrará mis fuerzas.
Báñame en buenos hábitos para que los malos se ahoguen; pero dame compasión para las debilidades de los hombres. Déjame saber que todo pasará; pero ayúdame a contar mis bendiciones de hoy.
Expónme ante el odio para que no me sea extraño; pero llena de amor mi copa a fin de que pueda convertir a los extraños en amigos. Pero que todas estas cosas sean así si es tu voluntad.
Soy tan solo un pequeño y solitario grano de uva que se aferra a la vid, y sin embargo me has hecho distinto de todos los demás. En realidad debe existir un lugar especial para mí.
Guíame. Ayúdame. Señálame el camino. Déjame llegar a ser todo lo que tienes planeado para mí desde que seleccionaste y planeaste mi semilla para que germinara en la viña del mundo.
Ayuda a este humilde vendedor. Guíame, Dios
Oh creador de todas las cosas, ayúdame. Porque hoy me interno desnudo y solo en el mundo, y sin tu mano que me guíe me extraviaré del camino que conduce al éxito y a la felicidad.
No pido oro ni ropas ni aun las oportunidades en consonancia con mi habilidad; en cambio guíame a fin de que adquiera habilidad para aprovechar mis oportunidades. Tú le has enseñado al león y al águila cómo cazar y prosperar con sus colmillos y garras.
Enséñame a cazar con palabras y a prosperar con amor para que sea león entre los hombres y águila en el mercado. Ayúdame a permanecer humilde en los obstáculos y fracasos; pero no ocultes de mi vista el premio que acompañará a la victoria.
Asigna me tareas en cuyo desempeño otros hayan fracasado; pero guíame a fin de que pueda arrancar de entre sus fracasos las semillas del éxito. Confróntame con temores que templen mi espíritu; pero concédeme el valor de reírme de mis dudas.
Dame los días suficientes para alcanzar mis metas; pero ayúdame a vivir hoy como si fuera mi último día. Guíame en mis palabras a fin de que produzcan frutos; pero sella mis labios a la murmuración y que nadie sea calumniado.
Disciplina me a fin de que adquiera el hábito de no cejar nunca; pero Muéstrame cómo usar la ley de los promedios. Pon me alerta a fin de reconocer la oportunidad; pero otórgame la paciencia que concentrará mis fuerzas.
Báñame en buenos hábitos para que los malos se ahoguen; pero dame compasión para las debilidades de los hombres. Déjame saber que todo pasará; pero ayúdame a contar mis bendiciones de hoy.
Expónme ante el odio para que no me sea extraño; pero llena de amor mi copa a fin de que pueda convertir a los extraños en amigos. Pero que todas estas cosas sean así si es tu voluntad.
Soy tan solo un pequeño y solitario grano de uva que se aferra a la vid, y sin embargo me has hecho distinto de todos los demás. En realidad debe existir un lugar especial para mí.
Guíame. Ayúdame. Señálame el camino. Déjame llegar a ser todo lo que tienes planeado para mí desde que seleccionaste y planeaste mi semilla para que germinara en la viña del mundo.
Ayuda a este humilde vendedor. Guíame, Dios
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